Nuestra mente existe a partir de dos partes separadas, la mente consciente y la mente subconsciente o inconsciente. El primero está ahí para la lógica y el razonamiento, para la deliberación, la contemplación, el juicio y la aceptación, se ocupa del tiempo y la planificación, los recuerdos a corto plazo, la segunda parte es la mente subconsciente, se encarga de todos los procesos automatizados, como la temperatura corporal, la presión arterial, contiene todos sus sentimientos y recuerdos, hábitos y creencias, le gusta el placer, pero evita el dolor, no tiene sentido del tiempo y no puede analizar ni criticar.

La mente consciente se comunica con el mundo exterior y decide lo que entra en la mente subconsciente para permanecer allí. Es juzgar si se puede confiar en la información, y luego el subconsciente la almacena como información válida. La mente consciente misma es la única capaz de cambiar el subconsciente. El subconsciente almacena toda la información y la entrega a través de todo tipo de procesos automatizados. Es tan poderoso, que la mente consciente no puede detenerlo. Para ver por ti mismo lo poderoso que es, puedes hacer la siguiente prueba. Trate de mirar la palabra a continuación sin decir la palabra en su mente, solo mírala, pero no la leas:

MANZANA

No importa cuánto lo intentes, no lograrás mirar la palabra sin leerla. Es porque tu subconsciente es más poderoso que tu mente consciente. Esto explica por qué es tan difícil romper viejos hábitos o comportamientos no deseados.

Por lo tanto, también podrías ver a la mente consciente como «el pensador» y a la mente subconsciente como «el hacedor».

En la hipnoterapia, el hipnoterapeuta, utilizando la mente consciente de la persona que recibe la terapia, reemplazará la información almacenada en el subconsciente adjuntando una mayor carga emocional a la información almacenada que la que había antes.

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